Recorriendo el camino con Jesús

En esta Semana Santa queremos juntos recorrer conscientemente el camino de la Pasión.

Jesús es traicionado por sus propios amigos, negado y abandonado por su propio pueblo. Qué doloroso es cuando, precisamente de aquellos que amamos y confiamos somos expulsado de la relación. Tener que experimentar la exclusión en lugar de la pertenencia.

A pesar de todo el dolor Jesús permanece en la relación. Él no se retira. Le pregunta a Judas: "Con un beso traicionas al Hijo del Hombre" y no cierra los ojos a Pedro, sino que lo mira después de haberlo negado tres veces. ¡Jesús permanece en la relación con nosotros, siempre! No importa lo que hayamos hecho o dejado de hacer, siempre estamos en su mirada amorosa. ¿Nos atrevemos a devolverle la mirada?

Jesús, el amor experimentado de Dios por la humanidad, es condenado a muerte. Poncio Pilato dicta sentencia contra su voluntad, porque teme por sí y por su imagen. Donde el miedo y la presión prevalecen, el amor no encuentra espacio. Donde reina el miedo, el amor está condenado a muerte. Tengamos cuidado de no dejarnos dominar por el miedo.

La atención y la precaución son importantes, especialmente ahora que depende de nuestra precaución la rapidez y la violencia con que se propaga el Coronavirus. Pero en cuanto nos dejamos guiar por el miedo, viene entonces, por ejemplo, compras de hámster y robo de desinfectantes en los hospitales. O los médicos y enfermeras llegan a la hostilidad por el miedo a la infección... Rara vez como en nuestra actualidad vemos tan visible, cómo el egocentrismo puede convertirse en exclusión y en un peligro para los demás.

Jesús toma su cruz, por nosotros. ¿Nos quedaremos con él?

Hna. Mirjam Engert

Si te hace bien, ven.

 

(Francisco de Asis)