Hna Maria Cecilia escribe:
El recibir los votos perpetuos fue reconfirmar mi sí al Señor en esta familia religiosa. Fue dar ese sí que trae compromiso, entrega, desafío, alegría por ser discípula de Jesús, el Señor de la Vida. Fue dar respuesta a la experiencia de amor y misericordia con el Padre Bueno que siempre estuvo, está y estará a mi lado para acompañarme en esta nueva etapa y en todas las experiencias que vendrán por delante. Por todo ello quiero que mi vida sea una alabanza continua al Señor, que lleve armonía donde me encuentre, que responda a los clamores de mis hermanos y hermanas ante un mundo indiferente por los preferidos de Dios para que todo lo que diga y haga sea para gloria de Dios Padre-Madre.