El entorno, el muy buen tiempo, el jardín excelentemente cuidado, alinearon los acontecimientos en torno a la fiesta de verano. La hermana Elisabeth, superiora local , y la señora Doris, enfermera directriz del pabellón, dieron la bienvenida a las hermanas y hermanos de la casa madre.
Una canción de girasoles fue acompañada por la Sra. Doris en el acordeón para crear el ambiente. Hubo estaciones en las que los asistentes pudieron participar en diversas actividades, como una rueda de la fortuna con boletos de rifa, poner a prueba los sentidos, jugar a los bolos, buscar oro en la arena, hacer pompas de jabón y diversos juegos de pelota.
Con gran celo y dedicación, la Sra. Barbara Schlottke, en particular, se comprometió a seleccionar correctamente las actividades adecuadas para los mayores, que se disfrutaron con gran placer. Un grupo de hermanas realizó un juego de movimiento para los conductores de automóviles; hubo muchas risas.
La Hna. Mirjam había colocado nuestros polluelos recién nacidos con la gallina de cría en una zona vallada en medio del jardín para deleite de todos.
El bienestar físico también estaba bien atendido: además de bebidas refrescantes, había un puesto con sabrosos trozos de fruta que se podían mojar en la fuente de chocolate, así como helados y, para cenar, salchichas recién asadas con panecillos y pretzels.
Nuestro especial agradecimiento al personal de nuestra enfermería, que preparó la fiesta con tanto cariño y gran dedicación, y a todos los que ayudaron en los puestos. ¡Fue una fiesta exitosa para todos!